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jueves, 17 de febrero de 2011

La ampelografía.


Plinio (I a.C.) mencionaba lo importante que es seleccionar las viñas para tomar de ellas el material adecuado para su multiplicación dada la diversidad existente dentro de las plantaciones. El objetivo de la AMPELOGRAFÍA es la caracterización de los materiales vitícolas así como la descripción de los cultivares que permitan su agrupación en grupos o filiaciones, así como detectar la biodiversidad dentro de los cultivares y asociar las características de los materiales a su posible origen geográfico, evolutivo entre otros. Los primeros intentos de clasificación científica de la vid comenzaron en 1900 con Roy-Chevrier que hace referencia en sus escritos a las obras de Catón, Virgilio y Columella que ya había descrito con cierta meticulosidad algunos de cultivares vitícolas conocidos en sus épocas.

La ampelografía fue definida como ciencia por Sachs en 1961 y desde entonces ha evolucionado mucho en las técnicas que emplea, pero sus objetivos son básicamente los mismos. Algunos aspectos para diferenciar las vides son la morfología, histología, el color, el contenido de antocianos en los mostos y vinos entre otros. De este modo, podemos diferenciar una cepa de otra por el tipo de sus racimos, bayas, hojas, sus propiedades agronómicas como la resistencia al frío, a la sequía y enfermedades entre otras.
Su contribución a la enología es de suma importancia pues recordemos que la génesis de un vino comienza en el viñedo y su calidad final dependerá de las labores agrícolas que se efectúen en él. Como siempre, te invitamos a que descubras nuestros vinos en boutique.

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